¿Yo fotógrafo? Jamás me había considerado como tal, si bien siempre me atrajo el conocer más sobre este arte; mis raíces se nutrieron de costumbres familiares donde la fotografía era un "mito".

Recuerdo a mi tía sacando fotos en todos los eventos familiares, viajes y espectáculos; lo cual sembró el gusto por la fotografía.
Con diferentes experiencias, fui haciendo fotos pero jamás me sentí un "fotógrafo". Los gastos económicos que requería en ese tiempo hacían un muro para profundizar sobre el tema.
La tecnología tiene su lugar privado en mis gustos, pero el crecer muestra grandes cambios y la fotografía me hecho crecer... cambiando.
Recuerdo la primera vez que decidí salir exclusivamente a hacer fotografías.

"Recorrer, buscar, fotografiar y sentir que el día había sido muy corto."

Después de mirar muchos años por la ventana, la puerta se abrio para seguir adelante y profundizar sobre esto llamado fotografía. En un taller que asistí casi por casualidad, Iván Castro Peña fue quien me mostró como debía abrir esa puerta y fue cuando pensé "Desde hoy debo seguir".

Existen muchos "tipos" de fotografías, el gusto por el paisajismo o retratos fueron los primeros pasos, quizás por casualidad o costumbres sociales.
La naturaleza en distintos aspectos me llamó la atención ¿Cómo darle vida eterna a una flor? ¿Guardar un atardecer durante mucho tiempo? ¿Qué rincones se volverán esquinas?

Entre rutas y atardeceres aprendí a mirar distinto, aprendí a observar lo que quería fotografiar. Observando aprendí a disfrutar, a sentir donde estaba, a buscar lo que quería transmitir. La fotografía con técnica se podía hacer pero sin un mensaje no sería más que solo una imagen.

Puedo decir que aprendí a : "Transmitir un mensaje"

Me surgieron las ganas de probar nuevos enfoques y desenfoques, conseguir nuevos planos a mis fotos. Siempre con la idea de aprender más y en búsqueda de un estilo fotográfico.
Mi compromiso creció exponencialmente debido a la integración de los nuevos planos. El estar al ras del suelo, encima de un vidrio, saltando, subido a un árbol, asomado al borde de las cosas... y muchas formar más; comprendí que antes hay que saber sentir para poder transmitir.

En la calle me han preguntado "¿A que le sacas fotos?" debido a estar buscando estos planos nuevos. Mirando y observando lo que no todos pueden ver. En un viaje un señor me pregunto justo cuando estaba tirado sobre el piso detrás de una mesa de café, a lo cual le respondí: "A la sombra señor". Nada más llamativo que un buen contraluz, una silueta bien definida dejando a libertad del observador decidir que puede ser lo que las sombras esconden. No solo mostrar un mensaje, sino también saber esconderlo es parte importante de la fotografía.

No fue mucho después que la fotografía en Blanco y Negro me cautivara de manera tal que hasta el día de hoy sigo buscando grises en el arcoíris.

"Hola Colegas!" Es así que después de tantas transformaciones hoy me siento fotógrafo.
Extraño cuando no salgo a hacer fotos, imagino encuadres cuando camino por la calle, admiro momentos únicos como el llanto de un niño, busco la luz en cada objeto, observo reflejos sobre el suelo, veo velocidades.
 

"La fotografía es mi expresión, mi estilo de vida"